lunes, 11 de marzo de 2013

Procedimiento para solicitar el cambio de jornada escolar en los centros públicos

La Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid ha publicado la ORDEN 502/2013 que regula el procedimiento a seguir para solicitar el cambio de jornada escolar en los centros públicos que imparten segundo ciclo de Educación Infantil y Educación Primaria.

Esta Orden señala que la propuesta de cambio de jornada escolar será realizada por alguno de los miembros del Consejo Escolar del centro. El inicio del procedimiento deberá ser acordado por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros del Consejo Escolar, que incluya la mayoría absoluta de los representantes de los maestros, así como la mayoría absoluta de los representantesde los padres de alumnos.

Una vez acordado el inicio del procedimiento por el Consejo Escolar, se llevará a cabo la fase de consultas al claustro de profesores y a las familias, que deberá iniciarse antes de transcurridos dos meses del citado acuerdo. Durante esta fase, el equipo directivo informará sobre la distribución horaria propuesta, tanto al claustro de profesores como a las familias, lo que no impedirá que los distintos sectores tengan reuniones propias.

La consulta, tanto al claustro de profesores como a los padres o representantes legales de los menores, tiene carácter obligatorio y cada una de estas consultas debe realizarse según el procedimiento establecido en la Orden.

El Consejo Escolar, una vez recibidos los resultados de ambas consultas aprobará o rechazará por mayoría absoluta del total de sus integrantes (inclulyendo la mayoría absoluta de los representantes de los maestros, así como la mayoría absoluta de los representantes de los padres de alumnos), la propuesta para el cambio de jornada escolar. En caso de no alcanzarse las mayorías requeridas, el Consejo Escolar se abstendrá de solicitar autorización para el cambio de jornada escolar.

Si quieres leer la ORDEN completa puedes consultarla AQUÍ.

1 comentario:

  1. En la última asamblea del APA se decidió convocar otra monográfica para debatir y conocer la opinión de los socios de la APA, de cara al curso que viene, sobre la jornada continúa.
    Por ello quisiera anotar unas ideas generales previas que sirvan para tener un punto de vista consensuado, común.
    España es un país al que le gusta votar, seguramente por lo poco que se practica, pero en el que se tiende a votar antes con las emociones que con el conocimiento y la reflexión. Además, es costumbre no saber con exactitud que se vota. Así por ejemplo España ratificó una constitución europea de corte neoliberal, cuando en general no conocíamos ni una línea de este texto, ni un resumen del mismo, y en general creíamos que decir "Si" era estar de acuerdo con pertenecer a la Unión Europea. Es como si estando enfermos vamos al médico y, en la sala de espera, habláramos de nuestra dolencia con los demás pacientes. Al final, como al parecer varios de ellos han pasado los mismos síntomas, llegamos a la conclusión que tenemos un catarro y que la solución es un paracetamol cada ocho horas. Tras ello, el médico nos informa que tenemos una dolencia del páncreas, por decir algo. Así, ante una votación que decida temas que afecten a nuestra vida diaria, nos conformamos con los comentarios de una madre, o un padre, o un amigo, o poco más, comentarios que parecen objetivos porque incluyen un listado genérico de pros y contras, y porque los dice alguien con quien tenemos cierta afinidad: este enfermo, como yo, a tenido síntomas parecidos a los míos, luego es catarro.
    Es cierto que vivimos dominados por el marketing, y aceptamos que llamen “nuestro asesor financiero particular” a un vendedor de productos bancarios de cualquier sucursal, o permitimos que nos digan que el sistema educativo sueco es mejor que el español porque los profesores son mejores, lo que nos resulta fácil y cómodo de asimilar, cuando en realidad es mejor porque el sistema social permite un desarrollo de los niños que aquí ni siquiera soñamos.
    A la hora de decidir si queremos o no una jornada intensiva, no debemos centrar el debate en si el comedor se pone o se quita, o si el colegio abrirá o no por la tarde y si todo esto nos viene bien este año, mal el que viene, y otra vez bien al siguiente, sino que debemos determinar que es mejor para nuestros hijos e hijas. Y permítanme repetirlo, se trata de determinar que es lo mejor, no de decidirlo. Eso vendrá después.
    En definitiva, lo que deberíamos intentar en la próxima asamblea es descubrir la manera de informarnos de las ventajas e inconvenientes pedagógicos de la jornada intensiva frente a la partida, en que modo ayuda una u otra situación a nuestros hijos e hijas, teniendo en cuenta que su educación es una labor compartida entre padres y profesores, que es responsabilidad de los padres, y que el educado es un niño o una niña con capacidades de niño o niña, y ello en un contexto socio económico que todos conocemos.
    Si lo hacemos así puede que lleguemos a descubrir porqué los colegios concertados no se plantean la jornada intensiva, o porque esta se impone en ciertas regiones de España, o porque se descarta en ciertos países de Europa.
    Un cordial saludo.
    Kepha Borde.

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